El volante de Boca, que había ingresado a los 17 del segundo tiempo, experimentó todas las emociones juntas, que terminaron siendo de enorme frustración, en exactamente 01:50 minutos
Más allá de la victoria por 1 a 0 ante el Corinthians, la curiosidad del espectáculo la protagonizó Pablo Ledesma que en menos de dos minutos hizo todo y nada a la vez: el volante ingresó en reemplazo de Walter Erviti a los 17 del segundo tiempo y en escasos minutos convirtió un gol que fue anulado por offside.
Sin escuchar el silbato del chileno Enrique Osses, el ex jugador del Catania se sacó la camiseta para ir a festejar el tanto con Juan Román Riquelme, que lo observaba desde el palco. El juez, como indica el reglamento, lo amonestó y en la siguiente jugada volvió a sacarle la amarilla por juego brusco. En cuatro minutos brindó un stand up de lo que no se debe hacer dentro de un campo de fútbol.
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