Luego de más de dos horas y media de charla, Román abandonó el domicilio de Carlos Bianchi, donde se llevó a cabo la cumbre en la que también estuvieron presentes Daniel Angelici y el sercretario César Martucci. Una vez culminado el cónclave, el último ídolo debió soportar el acecho de decenas de periodistas y no brindó ningún indicio de la negociación, sólo develó que "estuve tomando mate con Bianchi"
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